Dos figuras diferentes formando guardas, la primera realizada con regla, bolígrafos de colores y marcadores sobre papel cuadriculado; la segunda realizada con compás y lápices de colores.
La geometría es hermosa. No me canso de observar las líneas que se cruzan formando triángulos, rombos, simulando curvas. Puedo meterme en el dibujo y olvidar la forma, transitar los colores y olvidar el plano. De pronto el rectángulo y sus diagonales parecen un canasto bicolor.
El compás también es mágico. Cuando lo descubrí me maravillé con sus posibilidades. Con el radio del círculo podía trazar los más hermosos hexágonos, borrarlos y dejar sólo las curvas creando hermosas flores de papel.
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